Vino bajando desde la pampa
un torbellino de libertad,
trayendo sueños y la esperanza,
eran hermanos en la unidad,
Las salitreras fueron la cuna
de la injusticia y tanto dolor,
en su codicia el extranjero
forjo riquezas y se marcho.
/:Santa María madre del pueblo,
como permites tanta maldad,
solo pedían un trato justo
mejor salario mas dignidad:/.
Un día veintiuno, mes de Diciembre,
la sangren obrera se derramo,
les dispararon los asesinos,
y una flor negra se marchito.
Hoy sopla el viento sobre la pampa,
reina el silencio y la solead,
y el alma errante de los pampinos
clama justicia, clama verdad.
Santa María madre dormida,
nuestra memoria no ha de olvidar,
la historia negra jamás escrita
de una ignominia cerca del mar.
De una ignominia cerca del mar...
José Cerpa.-
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